domingo, 9 de marzo de 2008

Sucedió en Beckelar - Mamá Ladilla

Cabalgaba el príncipe valiente
Valiente cobardica
Armado hasta los dientes

Avanzaba como una estatua ecuestre
Melenas en plan Silkiens
En busca de sus huestes

Anhelaba su sórdido palacio
Otrora engalanado
Con cien tapices rancios

Recordaba, sentado en su almorrana
Los años que pasó
Convertido en una rana.

Mas, de pronto, fatídico destino
Diez mil amotinados
Cortaban el camino

Los fulanos estaban a la greña
Si quieres seguir vivo
¿Cuál es el santo y seña?

Mi papá es el dueño de estas tierras
Si no me dejáis paso
Iremos a la guerra

¿Te refieres al resto de las piezas
Del cuerpo que antes iba
Pegado a esta cabeza?

¡Malandrines! ¿Qué ha sido de la reina?
De sólo imaginarlo
Mis bucles se despeinan

¡Las infantas! ¿Qué habéis hecho con ellas?
¿Tuvisteis por lo menos
Piedad de las doncellas?

Pues piedad, piedad lo que se dice
Depende del criterio
De aquel que lo analice

Pero al menos las hemos reciclado
Allí las puedes ver
Tirando del arado

Y ¿conmigo? ¿Qué vais a hacer conmigo?
¿Filetes empanados
Envueltos en pan Bimbo?

Te rogamos que no nos des ideas
Tenemos suficientes
Y son mucho más feas

Por lo pronto, y con carácter transitorio
Aquí tienes tu cetro
Primer supositorio

Y después, 10.000 republicanos
Van a practicar
El medievo con tu ano.

Vamos a practicar el medievo con tu ano.

Por la noche dormía todo el mundo
Y el príncipe escapaba
Maltrecho y moribundo

Pero antes de huir por la comarca
Agarró, sin que lo vieran
La cabeza del monarca

Desperté y di la voz de alarma
Arriba todo el mundo
Hermanos, ¡a las armas!

Agarremos las lanzas y las cotas
Ha ocurrido una desgracia
Se han llevado la pelota.

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